viernes, 22 de septiembre de 2017

La sentencia de Karina



La alharaca de los de siempre y como siempre sobredimensionando y tergiversando la información.
Ya he abordado el tema antes con la intención de desarropar de la mentira a los anquilosados miembros del Centro de Estudios Convivencia.
En un comentario anterior sugerí a los “académicos” de Convivencia y a los redactores de 14ymedio que ampliaran sus conocimientos en términos legales.

El afán de presentar a Karina Gálvez como una víctima política ha sido tan desmesurado que han terminado colocándole el cartel de mercenaria.
Repetidamente reiteran y vuelven a reiterar que la vivienda ocupada a Karina era la sede del proyecto Convivencia, algo intrascendente en el proceso penal y que la propia Karina afirma no fue contenido de la sentencia.
Les parece injusta una sentencia de tres años de limitación de libertad. Al parecer pretenden que la premien por robarle al presupuesto del estado.
Ven muy abusiva la sanción accesoria de comiso de la vivienda y todavía no ha quedado claro de dónde y cómo Karina obtuvo 750 mil pesos para la compra de la casa y de dónde sacó otros 125 mil pesos para repararla y amueblarla.
Seguramente no ha de ser el parqueo de bicicletas ni la cafetería del portal la fuente de ingresos tan sustanciosos.
Habría muchas preguntas que hacerle a Karina y a Dagoberto y creo más, creo que las autoridades deberían profundizar, investigar y esclarecer cada paso de la ruta del dinero.
Por lo pronto, como les dije antes, sean dignos por un segundo, digan la verdad o guarden silencio.

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